Fue en la Semana Santa de 1945, cuando por primera vez salió a la luz pública, acompañando a la Cofradía en los desfiles procesionales y vistiendo el mismo habito que el resto de cofrades.
Acompañaban en aquel entonces a las diferentes Cofradías, bandas militares y de otros entes existentes en aquella sociedad, por lo que constituyó una novedad en la Semana Santa vallisoletana que una cofradía tuviese su propia banda de cornetas y tambores, lo que convierte a la Banda de CC. y TT. de esta Cofradía en la más antigua de las bandas de Cofradías de Valladolid. Este ejemplo fue en aumento, y en los años 80 y 90 casi todas las Hermandades Vallisoletanas contaron con Banda de Cornetas y Tambores, algo que ha ido desapareciendo y que hoy solo persiste en un reducido número de Cofradías.
Centrándonos en la nuestra, muchas han sido las vicisitudes que en estos años de existencia han pasado, siendo soportadas por sus componentes todas ellas, en ocasiones con tintes muy escabrosos dada la situación, lugar y ambiente, pero contando en todo momento con la adecuada actuación de la persona responsable.
Comenzaron a realizar los ensayos en el patio de la casa del centro principal de la J.O.C., estos se variaban durante la cuaresma por la celebración de los Ejercicios Espirituales en el Santuario Nacional.
Al desaparecer el centro principal, comienza un largo peregrinar, se ensaya en el vestíbulo del salón de actos de la central jocista, surgiendo las quejas de los estudiantes residentes y vecinos, que da lugar a enfrentamientos personales con insultos y arrojando toda clase de objetos, aduciendo que no podían estudiar.
De allí pasarón a lo que había sido Cuartel de Infantería, ya deshabilitado y en ruinas, donde facilitaron lo que fue la sala de banderas, un cuarto lleno de escombros, donde se podía ver a las ratas corriendo por encima de los tambores.
Otro lugar en ese largo caminar fue un local comercial en la Plaza de San Nicolás, en él los vecinos de la casa soportaron los ruidos productos de los ensayos.
Pero como todo tiene su fin, este llegó, y ante una petición personal a la Dirección del Colegio San Juan de Ávila de Dlicias es concedida a la Banda la utilización del gimnasio. Ya reconvertido en colegio "Nuestra Señora del Carmen" se siguió ensayando hasta el año 2012, a partir del cual los componentes de la banda se costean en alquiler de un local.
Fue un largo caminar, pero sirvió para demostrar nuevamente que los cofrades jocistas saben luchar por su propia supervivencia, y aquí queremos recordar con cariño aquellos que han vestido nuestro habito y desfilado con nosotros, así como a ese responsable que durante cerca de 40 años, con su carácter fuerte y recio y su diligencia y entrega, gano verdaderos amigos, demostrando que el hombre cuando ama algo, se entrega en sus sentimientos y servicio.
En la actualidad, la banda se compone de 54 miembros, divididos en varias voces de cornetas, trompetas, bombardinos, trombones y percusión.
Y ante todo, pasadas siete décadas, recordar que “fue aquella banda de cornetas y tambores de la JOC una parte de esta cofradía, que además tuvo el honor de ser la primera banda de cofradía que participó en las procesiones de Semana Santa de Valladolid”.